Desde pequeño, su familia fomentó el deporte, lo que marcó las bases de su pasión por el movimiento y el bienestar.
Comenzó siguiendo los pasos de su padre corriendo varios maratones, lo que fortaleció su mentalidad de constancia y superación.
Al descubrir el entrenamiento con fuerza encontró su espacio de conexión: una terapia en donde logra equilibrar mente y cuerpo, desconectando de las preocupaciones externas para enfocarse en lo que realmente lo impulsa: el crecimiento personal y el rendimiento físico.
Fanático de la comida, aficionado de viajar, descubrir nuevos sitios y escribir nuevas aventuras.
“Entrenar no es obligación, es celebrar día a día lo que mi cuerpo puede hacer y hasta donde puede llegar.”